La necesidad de movilidad en general, y en el entorno urbano en particular, es un aspecto fundamental de la vida contemporánea.
En el período de confinamiento durante la crisis COVID-19 se han reducido de forma radical los desplazamientos, permitiendo observar fenómenos muy relevantes en un experimento nunca antes realizado a escala global y con una duración prolongada.
Sin embargo, con la desescalada están apareciendo nuevos desafíos. En unos casos son líneas de actuación del urbanismo moderno, que deben ser actualizadas a un nuevo contexto, y en otros casos son retos específicos asociados a pautas sanitarias y a la percepción de riesgo de las personas.
Los principales ejes de actuación identificados son los siguientes:
- Recuperar la confianza de los usuarios de los sistemas de movilidad sostenible
- Mantener el compromiso con los objetivos de sostenibilidad ambiental
- Velar por la sostenibilidad económica de los sistemas de movilidad colectiva/compartida
- Explorar los límites para la trazabilidad de usuarios
Puedes consultar la definición detallada de estos ejes, resultado de la sesión con expertos que organizamos el 6 de mayo de 2020.